Nadie nos dijo realmente lo que era el desapego o ir más allá de la orilla;
Nadie nos dijo que las mañanas podrían ser tan diferentes en aquel lugar;
Nadie nos dijo que uno podría sentirse tan solo y desamparado;
Nadie nos dijo que el corazón puede extrañar su bandera;
Nadie nos dijo lo que uno podría extrañar a los suyos;
Nadie nos dijo que había que preparar el corazón en vez de la maleta;
Nadie nos dijo cuánto podríamos extrañar a los nuestros;
Nadie les dijo que siempre los voy a amar.
Ximena B. Solar Grillo
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