Darme cuenta que lo nuestro terminó,
que ya ni siquiera queda ceniza para nuestro amor.
Que te fuiste lejos y renaciste, y yo aún desvelada, soñándote.
¿Y si aún no hubiera terminado?
Ese amor que atravesaba continentes,
el cual nació de aviones, se desvaneció tan repentinamente.
Acaso me pregunto en qué momento me dejaste;
Acaso me pregunto en que momento dejaste de amarme.
Nuestros proyectos se desvanecieron en el aire, como pompas de jabón.
Si tan solo supieras cuanto te amé, cuánto me sangró el alma darme cuenta que eras un extraño;
O acaso cuántas veces te soñé;
Pero hoy me doy cuenta que todo era una ilusión.
Gracias cariño por mostrarme la verdad, y aunque me angustie el alma, te dejo en tu libertad.
Al fin entendí que nuestro amor no era tan fuerte como anhelaba.
Gracias cariño por enseñarme a amar y lo que se siente ser amada, pues debo considerarme afortunada de saber lo que se siente estar locamente enamorada.
Y hasta que encuentre a aquel amor que me despeine y me haga sonreír con la mirada, me amaré sin medida a mí misma;
Pues me enseñaste que lo único que siempre tendré es a mi alma.
Gracias ángel mío por tanta lección impartida.
Cuídate cariño, yo siempre te recordaré.
Ximena B. Solar Grillo
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